Por favor, use este identificador para citar o enlazar este ítem: https://hdl.handle.net/20.500.12544/1024
Peligros geológicos y geohidrogeológicos detonados por el evento del Niño Costero 2017 en la región Lima y parte de Ica
dic-2017
Informe Técnico;N° A6789
El año 2017, la zona costera central al igual que el norte del país, soportó un evento climático excepcional denominado “Niño Costero”, caracterizado por la ocurrencia de fuertes precipitaciones pluviales que activaron varios movimientos en masa (huaicos, deslizamientos, etc.), como también generando inundaciones, erosión fluvial y flujos de lodo en zonas costeras, en las regiones Lima e Ica. Estas afectaron a la población y obras de infraestructura siendo en Lima fueron reportados 4972 damnificados, 17,320 afectados y 1085 viviendas colapsadas, declarándose en Estado de Emergencia por el Gobierno Nacional. El Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico a través de la Dirección de Geología Ambiental y Riesgo Geológico, como parte de sus funciones inherentes a la contribución como ente técnico-científico parte del Sistema Nacional de Gestión de Riesgo de Desastres (SINAGERD); luego de su primer reporte sobre los daños originados a nivel de toda la región Lima y parte de Ica, con influencia por este evento, presentado en agosto del 2017. En este segundo entregable para estas dos regiones, el informe muestra una evaluación, inventario y caracterización de zonas afectadas por peligros geológicos, donde se registran 413 puntos de control geológico, donde se realizó un inventario y cartografiado de peligros geológicos a mediana escala, análisis cualitativo y semicuantitativo de daños en centros poblados, carreteras, obras de infraestructura hídrica (reservorios, puentes, canales, bocatomas, etc.) u otras y terrenos de cultivos. Los cuadros muestran información a mayor detalle. De todos ellos tienen una mayor predominancia los flujos de lodo, agua y detritos en un (46.7%), seguido de la inundación y erosión fluvial (32.2%) por incremento de los caudales de ríos y quebradas debido a las intensas precipitaciones ocurridas; movimientos en masa tipo deslizamientos y caídas de rocas que suman un (21.1%). Los huaicos se deben mayormente a la activación de quebradas en apariencia secas por largos períodos, de régimen torrentoso, alguna de la cuales se encuentran relativamente canalizadas con defensas ribereñas precarias como “arrimado” de material, gaviones o enrocados; otras ocupadas o estrechando su cauce natural por poblaciones, que con el incremento del caudal y escorrentía, erosionaron e hicieron colapsar tramos de estas estructuras, cuya ruptura sirvió de desfogue y desborde de flujos de roca, lodo y agua que repentinamente ingresaron a viviendas y calles principales inundándolas. Los desbordes, inundaciones y erosiones fluviales se desarrollaron principalmente en la cuencas medias y bajas de los valles de Chancay-Huaral, Supe, Pativilca, Chillón, Rímac, Lurín, Cañete, Ica; así como de quebradas afluentes (Santa Eulalia, Huaico Loro; quebradas en ambas márgenes del río Rímac (sectores Chaclacayo, Chosica); quebradas o ríos al sur como Chilca, San Bartolo, entre otras, afectando zonas ubicadas en terrenos bajos de llanuras de inundación, terrazas bajas a medianas. El efecto de estos procesos se hacen visibles donde se asientan viviendas, terrenos agrícolas e infraestructuras hídricas (canales, bocatomas, pozos, carreteras, etc.), utilizados en la productividad agrícolas; así como también en muchos sectores estas terrazas naturales sirven de plataforma y cimientos de vías de conexión vecinal, distrital, provincial hasta nacional, las cuales se exponen a la socavación por la dinámica fluvial intensa incrementada con las últimas.
Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico - INGEMMET
169 páginas, 4 mapas.



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