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Geología del cuadrángulo de Nuñoa. Hoja 29-u – [Boletín A 74]
1996
INGEMMET. Boletín, Serie A: Carta Geológica Nacional, n° 74
El cuadrángulo de Nuñoa se encuentra ubicado en el Sur del país, entre los departamentos de Puno (Melgar, Carabaya y Azángaro), Arcbaya y Cuzco (Provincia de Canchis y parte de Canas), conformando geográficamente parte de los dominios de la Cordillera Oriental. Su terreno es bastante agreste, con altitudes mayores de 3,950 m y menores de 5,553 m. La morfología del área ha sido condicionada grandemente por la actividad tectónica y volcánica que sufriera desde el Neógeno. La diversidad de rasgos geológicos entre una y otra zona, ha permitido definir nueve unidades geomorfológicas que caracterizan a la región: 1. Relieve Cordillerano, 2. Ladera Cordillerana, 3. Plataforma Volcánica, 4. Meseta Cordillerana, 5. Cuestas de Putina, 6. Montaña Intracordillerana, 7. Peneplanicie Andina, 8. Lomadas y, 9. Valles. El área está conformada por una gruesa secuencia de rocas sedimentarias y volcánicas que cronoestratigráficamente van desde el Siluriano hasta el Holoceno. Adicionalmente, se encuentran pequeños cuerpos subvolcánicos y plutónicos emplazados en estas secuencias, con edades que varían entre el Paleoceno inferior y el Mioceno. El Siluro-Devoniano está representado por una gruesa secuencia pelito-samítica con fauna fósil perteneciente a la provincia faunística Malvino-Cafré. Esta sucesión es denominada en el sector suroccidental como Formación Chagrapi, mientras que en el sector nororiental Formación Ananea. La deformación eoherciniana va a producir un retiro del mar, con la consiguiente depositación continental de los sedimentos del Grupo Ambo. La acumulación de las rocas de los grupos Tarma y Copacabana se va ha realizar en un ambiente principalmente marino, entre el Carbonífero superior y el Permiano inferior. El Grupo Mitu va a representar una sedimentación y vulcanismo muy estrechamente vinculado al período orogénico tardiherciniano. La secuencia mesozoica se inicia con las areniscas arcósicas y limolitas rojizas de la Formación Muni. Seguidamente se van a depositar las areniscas cuarzosas de la Formación Huancané. El Grupo Moho marca una depositación mixta, de generalmente continental a marina. En ella ha sido posible diferenciar a las formaciones Viluyo, Ayavacas y Hanchipacha. Una nueva tendencia regresiva dá el marco tectónico para la depositación de las rocas de la Formación Auzangate. La intensa actividad distensiva ocurrida durante el Paleógeno y el Mioceno, dan lugar a la generación de actividad ígnea dentro de los ambientes magmáticos definidos por CLARK, A. et al (1983a), originando el emplazamiento del plutón de La Raya, subvolcánicos andesítico-latiandesíticos y un vulcanismo peralcalino y peraluminoso, íntimamente ligado a intrusiones subvolcánicas geoquímicamente similares. Estructuralmente, el cuadrángulo de Nuñoa se distingue por presentar cuatro zonas estructurales conspícuas: bloque de Vilcanota-Arapa, bloque de Putina, bloque de Quelhua-Gilata y bloque de Corani-Ananea. Estos son el resultado de una sucesión de eventos tectónicos acontecidos desde la deformación tardiherciniana. Económicamente, el área presenta cierto interés en las sustancias metálicas y no metálicas, así como también en fuentes de aguas temales existentes. En el aspecto metalogenético, se han identificado de manera preliminar, cinco zonas de mineralización: de Cu - Pb - Ag, de Pb - Ag, de Cu - Pb -Zn - Ag - Sn, de Sb, y de U.
Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico - INGEMMET
171 p.

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