Peligro geológico en la región Arequipa - [Boletín C 81]

Abstract

El estudio Peligro Geológico en la región Arequipa, ejecutado durante el año 2013, se llevó a cabo con la finalidad de contribuir al desarrollo sostenible de esta región, brindando a las autoridades y la población en general, información geocientífica útil para las instituciones involucradas en la planificación territorial de dicha región. Por ese motivo, se ha incidido principalmente en la identificación de los peligros geológicos y geohidrológicos que pueden causar desastres. La investigación se ha basado en la revisión de publicaciones científicas, la interpretación de fotografías aéreas e imágenes satelitales, y mapas de cartografía de peligros geológicos en la región Arequipa, las cuales integran una base de datos en un sistema de información geográfica (SIG). De este modo, se ha podido realizar un análisis espacial con el fin de interpretar la evolución de los paisajes geomorfológicos, detectar los procesos que pueden causar desastres y proponer medidas para su prevención y mitigación. En la región Arequipa, la cobertura de suelo no necesariamente es de tipo vegetal, tiene una zona denominada desierto costero, luego le siguen las zonas cubiertas con pajonal altoandino, matorral arbustivo, las zonas periglaciares, ocupadas por agricultura costera o andina, y finalmente con extensiones reducidas la vegetación de tipo bofedales, los bosques relictos altoandinos y plantaciones forestales; también se consideró las áreas urbanas y minería. La región está cubierta por sustrato rocoso (75.3 % de la superficie total de la región), constituidas por rocas volcánicas distribuidas principalmente en la Cordillera Occidental, intrusivos dispersos principalmente en toda la región, sedimentarios en toda la parte central-oeste y sur de la región, volcánico-sedimentarios en el lado noroeste y central-noreste de la región. Los materiales más recientes constituido por depósitos inconsolidados de origen aluvial, coluvio-deluvial, químico, volcánico-volcanoclástico, lacustre, eólico, marino, fluvial, proluvial, glaciar y antropógenos (24.7 %) conforman el relleno de los fondos de valle, así como laderas y vertientes, y las planicies que descienden hacia la costa del océano Pacífico, en donde la erosión marina ha originado los acantilados en la playa Cardones. Las unidades hidrogeológicas se identificaron en base a un análisis de lito-permeabilidades, con el fin de zonificar las formaciones geológicas más favorables al almacenamiento y circulación de aguas subterráneas que afloran en la región Arequipa, distinguiéndose cinco tipos: acuíferos porosos no consolidados, acuíferos fisurados (sedimentarios, volcánico-sedimentarios y volcánicos), acuíferos sedimentarios, acuitardos (sedimentario, subvolcánico, volcánico, intrusivo y volcánico-sedimentario) y acuifugos. El reconocimiento geomorfológico de la región incluye variadas formas de relieve. En unos casos se trata de formas antiguas como los relieves aislados, mesetas, lomadas, colinas y alineaciones montañosas, caldera volcánica, coladas y campos de lavas basalto-andesíticas, colinas y lomadas ignimbríticas, complejo volcánico, domo volcánico, estratovolcán, mesetas (volcánica lávica e ignimbrítica), superficies con flujos piroclásticos y disectados, vertiente volcanoclástica, su origen está ligado a procesos sismo-tectónicos, erosivos y volcánicos ocurridos a lo largo de su historia geológica y con mayor distribución dentro de la región. También se observan unidades más recientes, como piedemontes, morrenas, valles fluviales y glaciares, terrazas aluviales, altiplanicies, planicie aluvial sobre los que se asienta algunas ciudades, llanura o planicie inundable, laguna y cuerpos de agua, bofedales, mantos de arena que recubren amplios sectores de la región, faja litoral, terrazas marinas y depósitos antropógenos como rellenos, botaderos y canteras, todos estos ligados a procesos gravitacionales y depositacionales. Los peligros naturales analizados para la región se basan en un análisis histórico, inventario y comprobación de campo. Se tratan en este apartado los peligros geológicos, donde se han identificado e inventariado 2721 eventos, según su origen: por movimientos en masa (79.23 %); peligros geohidrológicos (7.28 %) y otros peligros geológicos (13.49 %) y 134 zonas críticas susceptibles a dichos procesos. Probablemente fueron detonados por lluvias excepcionales como las producidas por el fenómeno El Niño. El inventario arroja que en la región son más frecuentes los flujos de detritos o lodo y avalanchas (36.68 % del total de procesos inventariados), luego las caídas (26.42 %), deslizamientos (10.58 %), movimientos complejos, reptación y vuelcos (5.55 %). En menor proporción también destacan los fenómenos de inundación, arenamientos, hundimientos, erosión fluvial y de laderas (que suman un conjunto de 20.77 % del total). Sin embargo, los sismos son la principal amenaza que afecta a la población arequipeña, tal como indica su elevada frecuencia en los antecedentes históricos. Los sismos pueden activar los peligros mencionados con anterioridad y también provocar la destrucción parcial o total de las construcciones humanas. Para el análisis de la susceptibilidad a los movimientos en masa (deslizamientos, flujos, caídas entre otros), se prepararon mapas temáticos de litología, pendientes, geomorfología, hidrogeología y cobertura vegetal. Luego, se aplicó el método de ponderación de factores (método heurístico). Se consideró cinco categorías: muy alta susceptibilidad (11.49 %), alta susceptibilidad (29.02 %), moderada susceptibilidad (32.99 %), baja susceptibilidad (18.61 %) y muy baja susceptibilidad (7.89 %). De acuerdo al análisis de susceptibilidad a inundaciones, el 14.04 % de la región Arequipa se localiza en áreas con media y alta susceptibilidad a dichos procesos. Las inundaciones combinadas con la erosión fluvial son las que afectan principalmente a las poblaciones que se encuentran en la vertiente hidrográfica del Pacífico, terrazas bajas y altiplanicies en zona de bofedales. Finalmente, se proponen algunas alternativas para el manejo de los problemas generados por los movimientos de masa en la región.