Geología de los cuadrángulos de Sandia y San Ignacio, hojas: 29-y y 29-z – [Boletín A 82]

Abstract

Los cuadrángulos de Sandia y San Ignacio cubren una pequeña parte del flanco Este de la Cordillera Oriental de los Andes del Sur del Perú, desde el límite Noroeste de Bolivia hasta el meridiano 69° 30’. Comprende el norte de la Región Jose Carlos Mariátegui, provincia de Sandia en el departamento de Puno. Abarca una extensión aproximada de 3,240 km². Presenta una fisiografía accidentada con cotas que fluctúan entre los 900 y 4,910 m.s.n.m. - Cerro Lapacasana (8400-454.5). Muestra muestra cerros con líneas de cumbres agudas y fondos de valles casi encañonados y deteriorados valles en "U". El drenaje principal es semiparalelo y el secundario paralelo a arborescente, los mismos que marcan una línea divisoria de ríos principales, delimitando subcuencas semiparalelas que definen las siguientes geoformas principales: zona de cumbres altas, zona de valles profundos, zona altamente disectada y una porción de la faja subandina. La secuencia estratigráfica está constituida esencialmente de sedimentos metamorfizados pizarras y cuarcitas del Paleozoico, depositados desde el Ordoviciano al Devoniano. La era Mesozoica al parecer en el área de estudio está ausente. El Cenozoico se encuentra representado por la depositación de sedimentos areniscosos y lutáceos en una cuenca restringida ubicada ligeramente al Noroeste del cuadrángulo de Sandia; actualmente se le puede encontrar en restringidos afloramientos y cubierto por sedimentos arcillosos conglomerádicos de interés económico. Finalmente, depósitos pleistocénicos y holocénicos, producto de la meteorización del substrato, se encuentran formando capas de variado espesor, ampliamente difundidas en el área de estudio. Este material re-trabajado suele ser inestable, debido a la fisiografía casi abrupta de toda el área. Las manifestaciones ígneas en el área de estudio están casi ausentes. Sólo se encontró algunos rodados de bloques graníticos que podrían corresponder a diques cubiertos por la vegetación. Es de resaltar la abundancia de venillas de cuarzo blanco lechoso de espesores variables y algunas de ellas pueden estar relacionadas a la mineralización aurífera. El desarrollo estructural se caracteriza por la deformación de los sedimentos causado por los eventos tectónicos sucesivos que ha soportado el área de trabajo. Se inicia el desarrollo estructural con el tectonismo más antiguo (hercínico compresivo) y continuando hasta el reciente, que ha plegado y fallado toda la secuencia sedimentaria. El tectonismo sucesivo puede notarse por la superposición de esquistosidades de las lutitas, metalutitas, y metaarenitas; asimismo en las estructuras de plegamiento, metamorfismo regional, diaclasamientos y fracturamientos. La Geología Económica del área está representada por la presencia de terrazas que contienen algo de mineralización aurífera, explotadas desde épocas coloniales. Muchas de aquellas terrazas con áreas reducidas, actualmente están agotadas. Sin embargo, la actividad minera en estos días mayormente se desarrolla removiendo algunas terrazas antiguas y lavando de la grava transportada por los ríos. La explotación de la mineralización aurífera primaria aún es poco desarrollada. Existen terrazas aluviales que aún no han sido agotadas y aunque son de baja ley, el material por remover es de gran volumen. Además, la ley de la mineralización tiene una distribución errática. En la época colonial probablemente remover volúmenes considerables de material aluvial fue económico, debido al bajo costo de la mano de obra (según datos históricos en esta área, y hacia el noroeste, aquí han trabajado miles de hombres).