Geoquímica de sedimentos en las subcuencas Santo Tomás, Vilcabamba y Apurímac, departamentos de Apurímac y Cusco - [Boletín B 82]

Abstract

La Dirección de Recursos Minerales y Energéticos del INGEMMET, durante el año 2017, realizó la prospección geoquímica en las subcuencas Santo Tomás, Vilcabamba y Apurímac. El área de estudio representa una extensión de 9356 km2 y se ubica en los departamentos de Apurímac y Cusco. El propósito principal de la presente investigación fue actualizar los estudios geoquímicos de sedimentos, determinar los contenidos totales de los principales elementos traza, definir los niveles de fondo, umbrales, anomalías geoquímicas, asociaciones geoquímicas y definir áreas de interés prospectivo. Las subcuencas de los ríos Santo Tomás, Vilcabamba y Apurímac comprenden los cursos superiores de los ríos antes mencionados, así como sus afluentes principales. Las altitudes presentan un rango de 2000 m s. n. m., a más de 5000 m s. n. m., con climas que van desde templado, moderadamente lluvioso hasta de tipo gélido o de nieve. Las unidades litoestratigráficas denotan un contexto complejo, conformado por rocas que van desde el Jurásico hasta el Cuaternario. Los sistemas Jurásico y Cretácico están representados fundamentalmente por unidades silicoclásticas, mientras que en el Paleógeno y Neógeno predominan secuencias volcánicas y silicoclásticas. Por otro lado, los afloramientos de unidades intrusivas y subvolcánicas se desarrollaron durante el Paleógeno-Neógeno, y es el Batolito de Apurímac el más importante. De acuerdo a la configuración regional de la zona prospectada, se reconocieron tres unidades estructurales: la primera, compuesta por sistemas E-O y NO-SE, afectados por el Batolito de Apurímac. La segunda unidad, poco deformada, conformada por pliegues cubiertos por secuencias volcánicas postorogénicas. El Batolito de Apurímac representa la tercera unidad estructural, formada en un régimen transpresivo y emplazado en borde norte de la antigua cuenca occidental mesozoica del sur del Perú. Los principales depósitos minerales son los pórfidos de cobre, asociados al Batolito de Apurímac, circunscritos a la franja de pórfidos-skarns de Cu-Mo (Au, Zn) y depósitos de Cu-Au-Fe relacionados con intrusivos del Eoceno-Oligoceno. En esta franja, destacan Las Bambas (Cu-Mo-Au-Ag), Cotabambas (Cu-Au) y Haquira (Ag-Au-Cu-Mo). Así mismo, se tiene la franja de Epitermales de Au-Ag del Mioceno hospedadas en rocas volcánicas del Cenozoico, que alberga depósitos como Millo (Au-Ag), Crespo (Au-Ag) y Azúca (Sn-Cu). La prospección de segunda fase comprendió la recolección de 302 muestras de sedimento fluvial, en las cuales se analizó la fracción granulométrica menor a 74 µm. El análisis multielemental se realizó por ICP-MS, con una digestión previa de agua regia, mientras que, para el caso del oro, se empleó el ensayo al fuego + espectroscopía de absorción atómica. Estas técnicas analíticas permitieron contar con resultados de 53 elementos químicos, incluyendo el oro. En la cuenca del río Santo Tomás, el pH de las aguas superficiales osciló entre 5.63 y 9.52, donde la mayoría de las muestras es de carácter básico. No obstante, los únicos valores ácidos se encontraron en el río Antuyo (5.63 y 6.6). Por otro lado, la conductividad eléctrica en el 93 % de las estaciones de muestreo no fue superior a 500 µS/cm, y las localidades de Ccentaccenta (818 µS/cm) y Kayranda (854 µS/cm) son aquellas con las mayores lecturas de dicho parámetro. El pH de las aguas de escorrentía de la cuenca del río Vilcabamba denotó lecturas de 5.51 a 9.2, y la quebrada Molino es aquella con el único valor ácido (5.51). En cuanto a la conductividad eléctrica, dicho parámetro evidenció lecturas entre 7 µS/cm y 773 µS/cm, donde Río Oropesa manifestó la máxima lectura. En cada ambiente litoestratigráfico se describen las distribuciones y principales anomalías geoquímicas de As, Cu, Cr, Hg, Mo, Ni, Au, Ag, Pb y Zn; que sumadas ascienden a 166. Sobre la base del catastro minero (al 11/01/2018) de ambientes litoestratigráficos regionales, minas, proyectos mineros, prospectos mineros, ocurrencias minerales y anomalías geoquímicas y espectrales, se definieron cinco áreas de interés prospectivo (Chuquibambilla, Huisani, Lloquete, Marjecamayo y Trapiche). En dichas áreas de interés, destacan asociaciones geoquímicas de Zn-Ni-Cu-As, Mo-Ni-Ag-Zn y Pb-Zn-Cu-Ag-Au.