Please use this identifier to cite or link to this item: https://hdl.handle.net/20.500.12544/4706
El abastecimiento de antracita para SIDERPERÚ. Estudio preliminar
Feb-1998
La Cordillera Occidental de los departamentos de Lima, Ancash, La Libertad y Cajamarca contiene numerosos depósitos carboníferos de la transición del Jurásico a Cretáceo. Las series productivas carboníferas, tienen pocos cientos de metros de espesor y albergan mantos de carbón de los cuales algunos son explotables. Loa mantos comerciales tienen uno a pocos metros de espesor, superando este pocas veces a 5 metros y sólo excepcionalmente a 10m. Los carbones cerca de Chimbote son antracitas o metaantracitas y la mayoría de sus mantos es subvertical, debido al tectonismo andino. Las cajas muchas veces son perturbadas, y la antracita de varios depósitos tiene la tendencia de desmenuzarse. El contenido de cenizas está entre 10% a 15% pero aumenta a unos 30% por la dilución durante el minado. El contenido de azufre oscila alrededor de 0.5%. La antracita ahora no se lava; en el pasado hubo plantas de lavado, que dieron buenos resultados a pesar de que el carbón era muy pesado (hasta 1.8 gr/cm3). La temperatura de ignición de antracita es alta y su combustion lenta (<10" por hora). El poder calorífico está entre 6,000 y 7,000 Kcal/kg siendo más alto en antracita lavada. La antracitización es generalizada, en las pendientes Occidentales de la Cordillera Andina, debido al calor emanado por el Batolito de la Costa y vulcanismo terciario. También se convirtieron en antracitas los carbones del centro de Ancash por la intrusión del Batolito de la Cordillera Blanca y cerca de Chimbote no existe la posibilidad de encontrar carbones coquificables ni bituminosos. Los carbones bituminosos se encontraron más al Este, pero no se los exploró ya que se dudaba de la factibilidad económica de su explotación. Actualmente mejoró el acceso a sus yacimientos, con la construcción de la carretera a lo largo del oleoducto Norte-Peruano. Casi toda antracita que utiliza la siderúrgica de Chimbote, proviene de una faja de unos 15 kms de ancho y 200 kms de largo, que se extiende desde el Callejón de Huaylas hasta el límite con el departamento de Cajamarca. Los distritos mejor explorados de esta faja, albergan un potencial de decenas de millones de toneladas, tomando sólo potencial de decenas de en consideración la antracita por encima del nivel más bajo de los valles vecinos. La explotación de tal distrito, sería suficiente para cubrir las necesidades ampliadas de SIDERPERÚ S.A. durante varios decenios. El potencial carbonífero aparente de los distritos inexplorados parece ser mucho menor a pesar de que la cantidad real del carbón será probablemente similar. La explotación actual es artesanal o semiartesanal y alcanza pocos miles de toneladas mensuales. Esta producción puede fácilmente aumentar pagando buenos precios a los mineros. El problema critico será la calidad de la antracita suministrada, hasta que no se instale una planta de lavado. En el pasado hubo tres carboneras que podían producir unas 125,000 toneladas de antracita lavada por año. Dichas carboneras han cerrado por falta de mercado. La antracita se transporta al lugar de consumo por camiones. Casi todos los camiones son pequeños ya que los mayores no llegan a la mayoría de las minas. El costo del transporte al lugar de consumo es muy elevado siendo igual al costo de minado en el norte de país, y equivale a 2/3 del precio de venta en Lima. En el caso de aumentar la producción se podría, quizá, bajar el costo implementando carboductos. Las áreas carboníferas están cubiertas casi totalmente por derechos mineros. Varios yacimientos están divididos entre muchos derechos mineros lo que dificultará su explotación racional a mayor escala. Se espera que se podrá comprar a bajo precio, varios derechos mineros interesantes, ya que muchos titulares están en mala situación económica y cansados de pagar el canon minero. Esto se refiere especialmente armente a los titulares de derechos que no explotan. SIDERPERÚ debe escoger cuidadosamente el yacimiento que la va a abastecer. El carbón debe ser apropiado para sus fines. De la selección dependerá la inversión y el costo de la producción y transporte. El reconocimiento de las áreas inexploradas o abandonadas será más costoso, que de las que albergan minas en operación. La recopilación de la información existente puede reducir el costo de exploración. Una inspección ocular del yacimiento, de preferencia con el minero que lo explota, es indispensable. Durante la inspección hay que fijarse, además de la geología o minería, hay que fijarse en la infraestructura y disponibilidad de agua, espacio para canchas e instalaciones, recursos humanos, etc. Antes de hacer una inversión mayor, hay que determinar los beneficios que va a traer y, de ser posible, cuantificarlos. Así, por ejemplo, antes de desarrollar la minería de antracita conviene determinar que ventaja tiene el uso de este carbón, frente a los combustibles o reductores alternativos.
Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico - INGEMMET
Dunin, E. (1998). El abastecimiento de antracita para SIDERPERÚ. Estudio preliminar. Lima: Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico, 51 p.
51 páginas

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